La Mesa Compartida, estudios del nuevo testamento desde las ciencias sociales
Rafael AguirreEl libro que el lector tiene en sus manos da un paso más: el rito central de la casa y de la vida doméstica consiste en compartir la mesa, en comer juntos. El Nuevo Testamento habla continuamente de comidas y banquetes. Estudio, pues, las comidas de Jesús y sus palabras sobre ellas, pero centrándome en la obra lucana, preferentemente en su evangelio, aunque con referencias amplias a los Hechos de los Apóstoles, que reflejan quizá el estilo más difundido y exitoso del cristianismo primitivo. Sin duda que el compartir la mesa se convirtió en la ceremonia central de unas iglesias que tenían su núcleo en la casa.
Pero parece que ya antes las comidas de Jesús habían llamado poderosamente la atención de sus contemporáneos. Al menos Lucas lo subraya con mucha fuerza. En una religión étnica como era la judía —basada, por tanto, en la estirpe y en los lazos de la sangre—, las reglas de los intercambios matrimoniales (connubium) y de los usos alimenticios y los ritos de mesa (convivium) tienen una importancia trascendental. En estas cuestiones estaba en juego la fidelidad al pueblo, el respeto al orden social y el cumplimiento de la voluntad de Dios.